miércoles, 26 de diciembre de 2007

Da que pensar

A mí no me dijeron nada parecido cuando me "gradué", aunque aquí tampoco utilizamos esta palabra. Ni siquiera recuerdo si nos dijeron algo.

Desde luego, lo que si os puedo asegurar es que no vino nadie con la fuerza de Steve Jobs para empujarnos a comernos el mundo. Dejando atrás si somos partidarios o detractores de éstos discursos "americanos", el contenido da mucho que pensar. Podremos estar de acuerdo o no, con su ética como persona o como empresario, pero lo que nadie le va a discutir es que éste es un hombre hecho a si mismo, que ha perseguido su sueño y que cada vez que la fortuna le ha dado la espalda, ha encarado el revés y se ha puesto de nuevo manos a la obra.
Yo, personalmente, admiro a la gente capaz de perseverar hasta que consiguen su objetivo. El problema es cuando no tienes un objetivo claro. Cuando se termina la formación secundaria, todavía se es muy joven para decidir lo que uno quiere ser. Se sabe muy poco del "mundo exterior", se está demasiado protegido por el manto familiar. He leído que en otros países, los jóvenes, el año de antes de comenzar la Universidad se toman un año "sabático", estudiantilmente hablando, para viajar, trabajar y conocer otras culturas. Quizá esa "preparatoria" sea tan necesaria como el comer para que, más adelante, tengamos un enfoque más amplio de la realidad exterior y de lo que nos podrá deparar el futuro.
El choque psicológico de la primera incursión laboral puede llegar a confundir tus objetivos.
Por mi parte chapó. ¡ F y H !

Discurso Steve Jobs

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Café con leche,

Enhorabuena he visitado tu nuevo blog, es creativo y los temas están muy bien organizados, lo de Steve Jobs es realmente para echarle el ojo.

Sigue adelante...

Un cordial saludo, Homero.

Pedro dijo...

No se puede ni se debe de cambiar en un día.
Intenta comprender y tolerar a la gente que te rodea y encontrarás la Divina Sabiduría.

Café con Leche dijo...

Cuanta razón en tus palabras.Pero que difícil es tener paciencia. Será cuestión de el transcurrir del tiempo...

Saludos y gracias por tu opinión.

Anónimo dijo...

En el principio era el verbo [© San Juan 1:1] El verbo es la acción de la palabra, del verso. El verbo da vida a la frase, incluso sólo un verbo es frase, tal es la importancia del verbo.

El verbo es la acción de las cosas y sobre las cosas: su movimiento.

Las cosas, por su masa no se mueven sin la fuerza, instantánea o continuada, ergo el verbo, es fuerza sobre la masa, sobre las cosas, lo que infunde movimiento al mundo, a todo el mundo, en constante movimiento. Verbo y fuerza, son las dos caras mismo princpio y de la vida misma que no es mas que verbo y fuerza, en un solo ser: el "ser vivo".
Al principio, es decir, en el principal de los tiempos, el principio, el primer inicio, el principio, es el empezar a cada instante, no por ser el primero, sino por empezar.
Empezar, el verbo, la fuerza y la vida, son los arcanos mágicos, el fundamento de los mejores augurios, de cada instante, de cada empeño, de cada latido, de cada respiración.
Animo, alcanzaras la hágia sofía, que anhelas, está a unos pasos de ti.
Ahora, coraje, que viene de corazón de latido, de instante de movimiento, de fuerza, de verso de verbo.
¡Salud!

Café con Leche dijo...

Anónimo,¡Me dejas sin verbo! Voy a leerme detenidamente tu comentario, pues he creido entrever consejos, ánimos y buenos augurios. No concivo mayor presente para un sigiloso comienzo. Ante tamaña elocuencia, solo puedo decir que itentaré moverme no solo por la masa o por la fuerza, sino por ambas sazonadas de la tan anhelada razón, del verbo. Intentaré comenzar cada día, cada post, como si fuera un nuevo principio, ilusionante, que me brinde la oportunidad de transformar la realidad, mi realidad, de forma que sophía esté cada vez más y más cerca.

Gracias por el comentario, me ha dado mucho que pensar.
Un saludo.
F y H!