miércoles, 27 de agosto de 2008

Esta vez, no me convence Goldratt.

Estas vacaciones he estado leyendo sobre Goldratt y la famosa Teoría de las Restricciones. No se, quizá buscando una receta mágica que me proporcione ese "dorado" buscado por todos; La capacidad para resolver los ("mis") problemas de forma efectiva, por muy complicados que parezcan.
Como me pasa la gran mayoría de las veces que leo este tipo de publicaciones, siempre me acaban pareciendo verdades como puños y alucino de cómo algo tan obvio no se nos ha podido pasar antes por la cabeza. El fundamento de que cuanto más complicado es algo, y más grados de restricción creemos que tiene, más fácil debe ser la solución me pareció "brutalmente bueno". Goldratt planteaba la analogía de un mecano, en la que cada punto esta unido con otro y por lo tanto relacionado, por lo que actuando sobre uno, actuaremos colateralmente sobre el otro. Así encontrando el punto principal sobre el que actuar, el problema es mucho más sencillo. Sólo hay que actuar sobre unas pocas cosas!!! Pues genial! ya me quedo más tranquila, la cosa parece asequible. El camino parece allanarse.
Volviendo al tema de la aplastante simplicidad de tal afirmación, me puse a reflexionar en cómo la gente llega a ese tipo de conclusiones mientras los demás nos pasamos la vida buscando y buscando, leyendo y leyendo, equivocando y volviendo a equivocar el camino.Y me percaté de dos cosas. Primera, que el grado de conocimiento de la naturaleza humana, propia y ajena, de estos individuos, está bastante por encima de la media. Esto les permite observar y observarse de forma consciente. Este tipo de observación proporciona mucha información.
Segundo, la mayoría transmite una calma y una paz cuando hablan y se expresan, que te llega. Mantienen una presencia que aunque no sea imponente, genera sensaciones en el interlocutor. Capta poderosamente la atención. Supongo que este sosiego, les permite reflexionar de forma aislada sobre toda la información que han recogido de su observación consciente de los acontecimientos. Estas dos características combinadas son muy potentes. De hecho considero que son la base de la mayoría de las teorías que nos maravillan.

Reflexionando sobre todo ello, de repente me di cuenta de que no estaba nada de acuerdo con el Sr. Goldratt. No concivo tan "inherentemente simple" la solución a los problemas, sino que opino todo lo contrario. En tanto en cuanto, la naturaleza humana está directamente relacionada con cualquier problema a solucionar ( que no sea matemático, físico, etc.)La relaciones no son invariantes( no me extendré en una penosa demostración de teoría de estructuras, ni física) digamos que las relaciones no son como dos barras soldadas. Tienen grados de libertad, son mutantes. En muchos casos aleatorias, y la mayoría de las veces absurdas, desde algunas perspectivas. Es decir una ecuación con demasiadas incógnitas.
Creo que Goldratt ha eliminado el factor humano en la mayoría de sus ejemplos. Siempre cuenta con gente inteligentísima, supersoncientes, megaprepardos, en fín, unos craks. Siento decirle señor Goldratt, que la vida no es así.!Que en este mundo hay de todo. Gente lista, gente menos lista. Canallas, ladrones, gente buena, gente vil.... Y todos, absolutamente todos, aparecen en la ecuación. En la de la realidad, no en la suya ni en la de sus libros!
Imagino que para muchos mis palabras sonarán casi a sacrilegio. Bien, son una opinión como cualquier otra. Opinión sobre la que me explayare más detenidamente en otra ocasión.
FyH!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Fíjate que por una vez, y sin que sirva de precedente, no vamos a discutir: suscribo tu post de pe a pa

Café con Leche dijo...

Será la postritud de la convalecencia que me da lucidez, jeejejeje

Un saludo. FyH!