Una visión Común. Comité de Direccción

En un artículo recientemente publicado en la revista Emprendedores, sobre la utilidad y misión de El Comité de Dirección de una empresa, proporcionan un interesante heptálogo basado en las directrices del escritor Vicente Blanco. Blanco sostiene que el Comité debe “Dirigir la empresa por encima de la dirección de cualquier departamento”.

Y para poder realizar semejante hazaña indica las 7 reglas básicas a seguir:

• Dirigir la empresa para que tenga los mejores resultados, lo que supone tener una visión común, una misión de equipo, una estrategia, e implantarla con
  eficacia.
• Asegurar la sostenibilidad de estos resultados protegiendo los activos materiales e inmateriales, para garantizar el buen futuro de la empresas.
• Ejercer el liderazgo y, además, asegurar que existe a todos los niveles de la organización.
• Respetar las demandas de los clientes, los empleados, la sociedad y los accionistas. A veces, contrapuestas, pero ese es uno de los grandes retos de dirigir una empresa.
• Reflexionar sobre la evolución de la organización para que sea excelente.
• Atraer, seleccionar y retener al mejor talento necesario para la compañía (todo ello se basa en la calidad directiva).
• Asegurar su propio funcionamiento para conseguir todo lo anterior y para que sus miembros interactúen al máximo dando lo mejor de sí mismos.

Por último, añade Vicente Blanco, “debe proyectar hacia el resto de la empresa una imagen de cohesión y fortaleza para tener credibilidad”, nada de caja negra. ¡Ahí es nada!

No es por ser pesimista, pero desconozco si algún grupo de personas, habiendo dinero de por medio, ha entrado en semejante comunión de ideas, aptitudes y actitudes. Si es así, si lo anteriormente descrito es realizable, quizá haya esperanzas, tanto para las empresas como para la humanidad.

Cuanto más me adentro en el mundo empresarial y sus entresijos, más me doy cuenta de que las empresas son micromundos. Con sus estructuras jerárquicas y sociales, con sus "guerras" y alianzas, con sus islas y sus desiertos, con sus épocas de lluvias y sus épocas de sequías. Si no somos capaces de dirigir una empresa como grupo y redundar en nuestro propio beneficio, ¿cómo vamos a ser capaces de dirigir nuestro propio mundo?

FyH!